viernes, 17 de septiembre de 2010

CARTA A MARILÚZ MÉNDEZ (MI PRIMA)

Hola Marilúz: Llevo días intentando colocar varias fotos, como siempre hago, y nada, que no hay manera. Entonces hoy me decidí a hacerlo con una sola que és lo máximo que me admite. Esta foto corresponde al acto del 14 de Julio del 2006, el día que erijimos el monumento a los 18 músicos nacidos en Froxán. Yo soy el de espaldas dirigiendo la banda. Es una pena que no veais las demás, pero al final te pongo mi correo para que me mandes el tuyo y así poder mandarte cantidad.
Querida prima: No nos conocemos, pues nunca nos hemos visto, cuándo yo -por lo menos- estoy en la 3ª edad. Más ahora con estas nuevas tecnologías podremos hacerlo, sino fisicamente, pues a través de correos electrónicos.
Con respecto a la foto que ves, pues, es la calle principal de Froxán, tampoco hay otra! Luego a mis espaldas está el Campo do Río donde colocamos el recuerdo a los músicos, un lugar precioso de los pocos que encontré en Galicia. Y a la izquierda de la foto, está la fuente donde tu padre subía la sella de agua con una sola mano a la cabeza! (Se hizo famoso por eso, de tan fortachón). Esa rúa que ahora ves con cemento, en aquellos tiempos era todo un barrizal donde para llegar a la casa de nuestros abuelos -más a la derecha- había que hacer malabarismos para ir de piedra en piedra y no caer en el barrizal que nosotros llamamos "lamugueira". En cierto modo no fue de extrañar que tu padre "tomáse las de villadiego", como aquí se dice.
Sabes, Marilúz, era yo un niño, pero aún recuerdo el día de la despedida de tu padre. Luego, muchos años despues, regresó con tu madre cuándo ya mi padre no estaba entre nosotros. De tu mami me quedó el bello recuerdo de una mujer muy simpática y alegre.
Ahora hace unos diez o doce años, volvió tu padre, y, recuerdo una tarde que pasamos en mi nave-museo de Guxín, donde tengo todos los recuerdos de mi vida artística. Y una de las cosas que más me chocaron de él, fué el acento totalmente de Uruguay. Quedé asombrado, pues, desde la ventana estábamos viendo nuestro Froxán, su casa, para él natal y para mi sentimental, algo que no sé explicar, pues, es mucho el recuerdo de la infancia que no se me borra. ¡Y tu padre ya no tenía el acento gallego de la "terriña"!
Otro recuerdo de una de las primeras cartas de tu padre al mío, fue que ahí no se comía el pan de un día para otro. Ya ves que hai cosas que el tiempo no borra! Ahora y desde hace muchos años -afortunadamente- también el pan lo tenemos fresco cada día, pero el que te escribe aún aprovecha el del día anterior si és que lo hay. ¿Por qué te digo todo esto?, pues, por lo que pueda venir, hay mucha hambre en el mundo todavía.
La emigración fue una salida a un tiempo de necesidades, pero todo tiene su precio en la vida: la herida de dejar la tierra natal. Sé que tú padre está sufriendo, sobre todo cuando le llegan malas nuevas de esta sú tierra. Cada vez son menos los hermanos. Y eran diez! Pero es ley de vida. Como me dijo un día un viejo en Orense ante la ausencia de sus hijos el día de la fiesta: "La familia és la de la puerta para adentro". Y es cierto, la familia de tu padre ahora sois vosotros. Los demás, pues eso, en segundo plano sin que por eso se deje de querer. Digo esto porque la frase del orensano dá mucho que pensar, jamás se me olvidó y ya hace años.
Bueno, para ir terminando y sin tanta nostalgia y lloriqueos, anima a mi tío Antón, tú padre. Le dices que el pasado domingo fuí con la Banda a Cayón, al lugar de nuestros tatarabuelos, de dónde somos oriundos. Tu también, por supuesto. ¡Y allí está aún en pié la casa señorial de la villa presidiendo la plaza! ¿Porque, sabes querida prima?, parece ser que éramos de "alta nobleza", pero al tatarabuelo paterno Méndez, se le ocurrió venir a las mozas al mismo lugar que años más tarde iría uno de sús tataranietos: Guxin. ¡Mira tu que no habría mozas por el camino, más, debía ser guapísima la tatarabuela!
Le dices a tu padre -para que sonría un poco- que estoy enterado del "ligue" de nuestro ascendiente: Parece ser que se conocieron en la Feria de Leiloyo en Buño, dónde se vendían cerditos. Y mientras su madre trataba el cerdito con la madre de la chica, el chico trató con la hija ¡Y se enteró de que en el tal lugar de Guxin había "parné" escondido hasta en las paredes! Y no lo pensó dos veces, su madre se fue con el cerdo y el se vino con la hija y la futura suegra. Y adiós al mar y venga arado romano. ¡La hizo buena el Méndez, a quién se le ocurre! Menos mal que aqui tenía la Barda, esa playa/ensenada que tu padre conoce, y pudo seguir viéndo el Atlántico y pescando barbadas.
Pero ya ves lo que es el amor, lo critiqué y... luego las pagué.(?) Y a pié también, simplemente que..., él tenía unos 45 kilómetros y el tataranieto solo tres. (Esto entre nosotros, sin que se entere mi mujer que está viendo Luar).
Aquella tarde en la nave de Guxin, mientras divisábamos la casa de su abuelo -el nieto del caionés- en ese mismo lugar y la nuestra de Froxán, tu padre me preguntó: "¿Oyé sobrino, pero vós como habés venido acá lo mismo que el viejo Méndez?". Y le dije: "Mira Antón, venía por este camino, pregunté en esta casa que es la primera si había alguna moza ricachona en el lugar y..., salió una tan hermosa que me dije: esta es la mía".
Marilúz, hablaremos largo y tendido "sin que se entere nadie" ajeno a la familia. Podría comunicarme contigo por carta normal, pero hoy prefiero hacerlo así para que los lectores de mi blog también se rían un poco de estas utópicas anécdotas. Hace años que no escribo en castellano, pero creo que lo entenderás mejor. Mi correo electrónico es: susodebasilio@corme.net. No te preocupes si álguien lo coge que nunca abro ninguno que no tenga reconocido.
Besos de vuestro sobrino y primo: Suso de Basilio.